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Clasificación y etiquetado de mercancías peligrosas: Guía para empresas

El transporte y almacenamiento de mercancías peligrosas requiere una gestión meticulosa para garantizar la seguridad de las personas, el medio ambiente y la integridad de la cadena de suministro. Una correcta clasificación y etiquetado de estos productos no solo permite su identificación adecuada, sino que también facilita el cumplimiento de las normativas internacionales.

En este artículo, desde United Barcode Systems, especialistas en ofrecer soluciones y equipos de etiquetado, codificación y marcaje, te explicamos los aspectos clave que las empresas deben conocer para gestionar eficazmente este tipo de mercancías.

¿Qué implica la clasificación y etiquetado de mercancías peligrosas?

Definición y objetivos principales

La clasificación y etiquetado de mercancías peligrosas es un proceso regulado que tiene como objetivo identificar y comunicar los riesgos asociados con sustancias que pueden representar una amenaza para la salud, la seguridad o el medio ambiente. Esto incluye productos inflamables, tóxicos, corrosivos, explosivos y radiactivos, entre otros.

El principal propósito de esta clasificación es prevenir accidentes y minimizar los riesgos durante el transporte, manipulación y almacenamiento de estos productos. Para lograrlo, se establecen categorías específicas que determinan la naturaleza del peligro y los protocolos adecuados para su gestión. Un etiquetado claro y preciso es esencial para que los operarios, transportistas y personal de seguridad puedan reconocer y manejar adecuadamente estas sustancias en cualquier punto de la cadena logística.

Normativas internacionales que regulan el etiquetado

El etiquetado de mercancías peligrosas está regulado por diversos organismos internacionales, cuyos estándares han sido adoptados por la mayoría de los países para garantizar un manejo seguro y uniforme de estos productos.

Uno de los marcos normativos más importantes es el Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos (SGA o GHS, por sus siglas en inglés), desarrollado por las Naciones Unidas. Este sistema establece criterios para la clasificación de sustancias peligrosas y define los elementos clave que deben aparecer en las etiquetas, como pictogramas, palabras de advertencia y frases de peligro y precaución.

Además, dependiendo del tipo de transporte utilizado, se aplican normativas específicas.

Normativas internacionales sobre mercancías peligrosas

Acuerdo ADR para transporte por carretera

El Acuerdo ADR (Acuerdo Europeo sobre Transporte Internacional de Mercancías Peligrosas por Carretera) regula la movilidad de materiales peligrosos en carreteras a nivel europeo. Este convenio establece clasificaciones de riesgo, requisitos de embalaje y etiquetado, así como las condiciones necesarias para el transporte seguro.

El ADR obliga a las empresas a proporcionar documentación detallada, señalizar los vehículos que transportan estas sustancias y capacitar a los conductores en la resolución de emergencias.

Código IMDG para transporte marítimo

Para el transporte de mercancías peligrosas por vía marítima, el Código IMDG (International Maritime Dangerous Goods Code) establece las regulaciones que deben seguirse para garantizar la seguridad en los buques de carga.

Este código define los procedimientos de embalaje, etiquetado y almacenamiento dentro de los barcos, asegurando que los materiales peligrosos sean estibados correctamente para evitar fugas, reacciones químicas o incendios a bordo. A su vez, exige que cada contenedor esté identificado con señalización visible y clara, permitiendo una gestión segura de los productos durante su transporte.

Regulaciones IATA para transporte aéreo

El transporte aéreo de mercancías peligrosas está regulado por la IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo), que establece estrictas normas para la clasificación, embalaje y etiquetado de estos productos.

Dado que los aviones requieren condiciones especiales de seguridad, las regulaciones de la IATA imponen límites en la cantidad de material peligroso que puede ser transportado en un solo vuelo. Al mismo tiempo, las empresas deben proporcionar documentación detallada y asegurarse de que los productos estén correctamente etiquetados para evitar incidentes en pleno vuelo.

Reglamento REACH y CLP: Normativa clave para la identificación de mercancías peligrosas

En la Unión Europea, el Reglamento REACH (Registro, Evaluación, Autorización y Restricción de Sustancias y Mezclas Químicas) y el Reglamento CLP (Clasificación, Etiquetado y Envasado de Sustancias y Mezclas) son las normativas fundamentales para la gestión segura de productos químicos. Ambos regulan la identificación, clasificación y etiquetado de sustancias peligrosas, garantizando que los riesgos asociados sean claramente comunicados a lo largo de toda la cadena de suministro.

El Reglamento REACH, gestionado por la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA), exige a las empresas registrar y evaluar los productos químicos que fabrican o importan en cantidades superiores a una tonelada por año. Su objetivo principal es proteger la salud humana y el medio ambiente, asegurando que las sustancias utilizadas en la industria cumplan con los estándares de seguridad establecidos en la UE.

Por otro lado, el Reglamento CLP, basado en el Sistema Globalmente Armonizado (SGA) de las Naciones Unidas, establece las normas para la clasificación y etiquetado de productos químicos peligrosos. Esto incluye el uso obligatorio de pictogramas de advertencia, frases de riesgo (H) y consejos de precaución (P), que informan sobre los peligros asociados a cada sustancia o mezcla. Además, el CLP define los criterios para el diseño de etiquetas y fichas de datos de seguridad (FDS), permitiendo una identificación clara y uniforme en todos los países miembros.

Importancia de cumplir con los estándares de seguridad

El cumplimiento de las normativas de clasificación y etiquetado de mercancías peligrosas no es opcional, sino una obligación legal para cualquier empresa que manipule este tipo de productos. El incumplimiento puede derivar en graves consecuencias, desde sanciones económicas y restricciones comerciales hasta accidentes que pongan en peligro vidas humanas y causen daños irreparables al medio ambiente.

Más allá de las implicaciones legales, el uso de un sistema de etiquetado adecuado facilita la identificación de riesgos y mejora la eficiencia operativa en almacenes y centros logísticos. Una codificación clara y estandarizada permite a los trabajadores y transportistas reconocer los peligros asociados a cada sustancia y aplicar las medidas de seguridad necesarias, minimizando la posibilidad de errores y accidentes en el manejo de estos productos.

Clasificación de mercancías peligrosas: categorías principales

La clasificación de mercancías peligrosas se basa en el nivel de riesgo que representan durante su manipulación y transporte. Las normativas internacionales han establecido nueve clases principales, cada una con características específicas y medidas de seguridad obligatorias.

Clase 1: Explosivos

Los materiales de la Clase 1 incluyen sustancias y productos diseñados para provocar una explosión o una reacción química rápida con liberación de calor y gases. Estos productos pueden ser altamente peligrosos, ya que su manejo inadecuado puede causar incendios, ondas expansivas y fragmentación de materiales.

Los explosivos se dividen en seis divisiones, según su nivel de riesgo, desde los de alto poder destructivo (como la dinamita) hasta aquellos con menor peligrosidad, como los artículos pirotécnicos. Para su transporte, se requieren embalajes reforzados, distancias de seguridad y condiciones controladas, minimizando el riesgo de detonaciones accidentales.

Clase 2: Gases

Los gases comprimidos, licuados o disueltos bajo presión pertenecen a la Clase 2 y pueden ser inflamables, tóxicos o corrosivos. Estos productos representan riesgos significativos debido a su capacidad para expandirse rápidamente en caso de fuga, lo que puede generar asfixia, incendios o reacciones químicas peligrosas.

Esta clase se divide en tres categorías principales:

  • Gases inflamables, como el propano y el butano.
  • Gases no inflamables y no tóxicos, como el nitrógeno y el dióxido de carbono.
  • Gases tóxicos, como el cloro y el amoníaco.

Los cilindros y tanques utilizados para el transporte de gases deben estar presurizados y debidamente etiquetados, asegurando la correcta manipulación y almacenamiento.

Clase 3: Líquidos inflamables

Esta categoría abarca líquidos con puntos de inflamación bajos, lo que significa que pueden encenderse fácilmente con chispas, llamas o superficies calientes. Sustancias como gasolina, acetona y etanol forman parte de esta clase, siendo fundamentales en la industria química, farmacéutica y energética.

El transporte de estos líquidos requiere contenedores resistentes al fuego y sistemas de ventilación adecuados para prevenir la acumulación de vapores inflamables. Además, su manipulación debe seguir protocolos estrictos para evitar fugas y derrames que puedan generar incendios o explosiones.

Clase 4: Sólidos inflamables

Los sólidos inflamables incluyen materiales que pueden arder espontáneamente o reaccionar violentamente con el agua, provocando incendios y explosiones. Entre estos se encuentran sustancias como el fósforo blanco y el magnesio, utilizados en procesos industriales y fabricación de productos químicos.

El almacenamiento de estos productos debe realizarse en condiciones secas y aisladas, evitando la exposición a humedad o fuentes de ignición. Además, el etiquetado debe indicar claramente su peligrosidad para garantizar un manejo seguro durante su transporte.

Clase 5: Sustancias comburentes y peróxidos orgánicos

Las sustancias de la Clase 5 no son inflamables por sí mismas, pero pueden liberar oxígeno y acelerar la combustión de otros materiales, aumentando el riesgo de incendios. Ejemplos de estos productos incluyen el nitrato de amonio y el peróxido de hidrógeno, ampliamente utilizados en la industria química y textil.

Estos productos deben transportarse en contenedores resistentes a la presión y protegidos de fuentes de calor, reduciendo la posibilidad de reacciones incontroladas. Aparte, es crucial que las empresas transporten estos materiales con protocolos estrictos de seguridad para evitar accidentes.

Clase 6: Sustancias tóxicas e infecciosas

Los productos de la Clase 6 incluyen sustancias químicas venenosas y agentes biológicos que pueden causar daños graves a la salud humana. Entre ellos se encuentran pesticidas, compuestos químicos industriales y microorganismos patógenos transportados para investigaciones médicas.

La manipulación y el transporte de estas sustancias requieren protección especial, como recipientes sellados, sistemas de ventilación controlada y señalización clara para evitar contacto accidental o contaminación cruzada.

Clase 7: Materiales radiactivos

Los materiales radiactivos representan uno de los mayores desafíos en el transporte de mercancías peligrosas debido a sus efectos adversos en la salud humana y el medio ambiente. Entre estos materiales se encuentran el uranio, plutonio y ciertos isótopos utilizados en medicina y generación de energía nuclear.

Para garantizar su seguridad, estos productos deben transportarse en contenedores de plomo o acero altamente protegidos, con sistemas de monitoreo de radiación y estrictas regulaciones de manipulación. Además, su etiquetado debe incluir símbolos de radiación y advertencias claras para prevenir exposiciones accidentales.

Clase 8: Sustancias corrosivas

Las sustancias corrosivas incluyen productos químicos capaces de dañar tejidos orgánicos o degradar materiales metálicos, como los ácidos sulfúricos, clorhídrico y sosa cáustica. Estos productos se utilizan en industrias como la química, farmacéutica y metalúrgica, donde su manipulación inadecuada puede generar graves quemaduras y daños estructurales.

Para evitar accidentes, estos productos deben transportarse en recipientes resistentes a la corrosión y con materiales de seguridad adicionales, asegurando que no haya filtraciones o reacciones peligrosas con otros compuestos.

Clase 9: Sustancias y objetos peligrosos diversos

Esta última categoría engloba productos que no encajan en las clases anteriores pero que presentan riesgos significativos para la seguridad o el medio ambiente. Algunos ejemplos incluyen pilas de litio, amianto, hielo seco y sustancias magnetizadas.

Dado que los peligros varían según el tipo de material, las normativas exigen embalajes y señalización específica para cada producto, garantizando su correcta manipulación y reduciendo los riesgos asociados.

Etiquetado de mercancías peligrosas: elementos clave

Pictogramas: Reconocimiento visual de peligros

Los pictogramas de peligro son símbolos gráficos diseñados para advertir sobre los riesgos de una sustancia o mezcla. Estos iconos deben ser claramente visibles en las etiquetas y cumplir con los estándares internacionales establecidos por el Sistema Globalmente Armonizado (GHS).

Cada pictograma tiene una forma romboidal con borde rojo y un símbolo negro que representa el tipo de riesgo. Entre los más utilizados se encuentran los de inflamabilidad, toxicidad, corrosión, explosividad y peligros para el medio ambiente. La correcta inclusión de estos pictogramas en las etiquetas es esencial para prevenir accidentes y facilitar la correcta manipulación de los productos peligrosos en cualquier entorno industrial.

Colores y formas según normativas internacionales

El etiquetado de mercancías peligrosas no solo se basa en símbolos gráficos, sino también en el uso de colores y formas estandarizadas que indican el nivel de peligrosidad de los productos. Estos colores están regulados por organismos como el ADR, el IMDG y la IATA, asegurando una identificación rápida y efectiva de los riesgos.

Por ejemplo, las sustancias inflamables suelen etiquetarse con un fondo rojo, mientras que los productos tóxicos llevan una etiqueta con fondo blanco y negro. Los materiales corrosivos se identifican con una señal en blanco y negro, mientras que los explosivos presentan etiquetas en naranja con pictogramas de advertencia. Estas convenciones visuales permiten que cualquier persona involucrada en el transporte o almacenamiento de estos productos pueda reconocer los riesgos de manera inmediata.

El equipo APLINK HRX BICOLOR: Ideal para el marcaje de pictogramas

APLINK HRX BICOLOR, la nueva generación de impresoras de inyección de tinta GrayScale de alta resolución de United Barcode Systems, es la solución perfecta para el marcaje de pictogramas y textos en dos colores.

Cumpliendo con los requisitos del Reglamento REACH CLP y diseñada para ofrecer una impresión simultánea en rojo y negro, esta impresora de inyección de tinta GrayScale de alta resolución garantiza una identificación clara y precisa en el etiquetado de productos químicos y otras aplicaciones industriales. Gracias a su tecnología avanzada, permite imprimir a velocidades de hasta 250 m/min y con una cadencia de hasta 30 impresiones por segundo, asegurando un alto rendimiento en líneas de producción de gran volumen.

Además de su capacidad para resaltar elementos clave del mensaje mediante el sistema CPE (Contraste por Elemento), el APLINK HRX BICOLOR cuenta con una gran escalabilidad, permitiendo la conexión de hasta cuatro cabezales de impresión, todos controlados desde una misma pantalla HMI de 10”.

Su compatibilidad con sistemas de curado UVLED y su diseño optimizado para un bajo consumo de tinta lo convierten en una opción eficiente y sostenible para la impresión en envases secundarios. Con una resolución de hasta 1440 dpi en horizontal y 180 dpi en vertical, garantiza un marcado nítido y preciso en cajas, sacos, bandejas y otros embalajes industriales, cumpliendo con los estándares más exigentes del sector de la industria química.

Codificación con APLINK HRX BICOLOR
Codificación con APLINK HRX BICOLOR

Información obligatoria en las etiquetas: símbolos, códigos y descripciones

Más allá de los pictogramas y colores normativos, el etiquetado de mercancías peligrosas debe incluir información detallada que permita una gestión segura del producto. Entre los datos obligatorios se encuentran:

  • Nombre del producto y su clasificación según la ONU.
  • Códigos de peligro y frases de precaución (H y P), que indican los riesgos específicos del material.
  • Datos del fabricante o distribuidor, asegurando la trazabilidad del producto.
  • Instrucciones de almacenamiento y manipulación segura para prevenir incidentes.

El cumplimiento de estos requisitos es fundamental para evitar sanciones legales y garantizar la seguridad en todas las etapas del proceso logístico.

APLINK HRX BICOLOR es la mejor solución para la identificación de mercancías peligrosas

La correcta codificación y marcaje industrial es un pilar fundamental para garantizar la trazabilidad, la seguridad y la eficiencia operativa en la industria química. Las soluciones de United Barcode Systems, y en especial APLINK HRX BICOLOR, nuestra nueva generación de impresoras bicolor de alta resolución, se adaptarán a tus necesidades específicas sea en el entorno que sea. Contáctanos hoy mismo y descubre cómo podemos ayudarte.

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